Tras realizar el cuaderno de ejercicios para aumentar la
autoestima me he dado cuenta que no tengo la autoestima tan baja como yo
pensaba.
Me encuentro dentro de los valores de una autoestima
regular. Este cuaderno me ha mostrado breves definiciones de la palabra
autoestima, que nivel tengo, la relación con los demás, mis posiciones en la
vida, la manera de pensar…
Me ha enseñado a dar un paso para mostrarme tal como soy
a los demás, ya que me ha hecho reflexionar y conocerme a mi misma y todo ello
me ha llevado a saber cuales son mis puntos fuertes y débiles, y en qué puedo
mejorarlos.
Por tanto, la buena noticia es que la autoestima se
aprende y se puede mejorar. La que tenemos de pequeños es la inculcada o
copiada de nuestros padres y mayores, y también la que sumamos con nuestra
experiencia. De ahora en más, puedes tener la autoestima que deseas: tu
responsabilidad.
Pienso que debo aumentar mi autoestima cambiando las
creencias que me limitan. Es necesario conocer como funciona uno mismo, es
decir, cuales son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuales son
nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, debemos decidir que
aspectos deseamos mejorar y cuales queremos reforzar.
Ya sabemos que la autoestima es uno de los factores más
relevantes para el bienestar personal y una clave para relacionarse con el
entorno de una forma satisfactoria.
Si nuestra tendencia es a sobrevalorar las dificultades o
defectos sin valorar las propias capacidades o posibilidades, la suma global
hace que nos sintamos insatisfechos. Si esta forma de pensar está generalizada,
nuestras actuaciones van a estar segadas o actuaremos con temor y hay más
posibilidades que los fallos se repitan en un futuro.
También podemos tener un pensamiento distorsionado en el
sentido contrario, si lo que tenemos es un sentimiento exagerado de la
autoestima, nos puede crear problemas, lo cual ocasionará que no podamos
resolver los problemas de forma adecuada.
Actualmente, en esta sociedad se nos pide que seamos
perfectos, ¡Los mejores!; esto choca frontalmente con nuestra vivencia. Lo
adecuado es en sentir una parte de nosotros como maravillosa, aquella que se
refiere a nuestras capacidades. Somos buenos para unas cosas, tenemos
cualidades que ponemos o no en práctica, hemos conseguido cosas, etc.
La otra parte de nosotros alberga los límites. Si a veces
somos odiosos, nos enfadamos, somos débiles o miedosos, no sabemos qué hacer, e
incluso nos equivocamos. La parte de los límites es la que intentamos esconder,
la que nos avergüenza de nosotros mismos. Ponemos tanta atención en nuestros
defectos que no hacemos sino hacerlos más presentes y empeorar las cosas, por
no aceptarlos, cambiar o salir de ellos. Toda esta energía puesta en los límites
nos impide desarrollar las capacidades y superarnos.
Yo pienso que deberíamos aceptarnos como un todo, con límites
y capacidades, querernos sin condiciones, sólo así sentiremos el aumento de la
autoestima. Necesitamos estimar lo mejor de nosotros y lo menos bueno.
Como buena enfermera, debo quererme un poco más, para así
poder comprender que esto es fundamental, y redunda en beneficio de todos, pues
el desarrollo de la autoestima positiva aumenta la capacidad de tratar a los
demás con respeto, benevolencia y buena voluntad, favoreciendo así las
relaciones interpersonales enriquecedoras y evitando las destructivas.
Recomiendo a todo el mundo realizar los ejercicios para
aumentar la autoestima, así conocer mucho más de vosotros mismos y saber en lo
que podéis mejorar. Personalmente a mí, este libro me ha servido mucho, y puedo
decir bien contenta, que: ¡ME SIENTO FELIZ Y ME QUIERO A MI MISMA!
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