Tras ver la entrevista de Ferrán Ramón Cortés sobre su
última publicación “Escuchar con los ojos” me he dado cuenta de que todos
podemos llegar a escuchar mejor.
Ferrán comenta que todos escuchamos muy poco y sabemos quien realmente no nos está escuchando, pero por lo general, no vamos a decírselo.
Él nos dice que
se lo dijeron y que fue un gran regalo el saberlo, ya que gracias a ello pudo
cambiar su actitud y mejorar.
Existe mucha gente que le cuesta abrirse a los demás,
que para ellos escuchar significa estar, porque mucho no nos va a decir, por
ello en ese estar se van a descubrir muchas cosas.
La magia del escuchar, del título de este libro
“Escuchar con los ojos”, lo que nos dice la palabra “escuchar” es poca cosa, ya
que lo que nos dicen los gestos, la mirada, el brillo de los ojos, es realmente
esto lo que nos dice el mensaje.
“Escuchar con los ojos” significa ir a buscar lo que
la persona no nos dice con palabras, ya que las personas decimos lo que
queremos decir, no contamos lo que realmente nos pasa, por ello, lo vamos a
descubrir, mirando con los propios ojos.
Los gestos, incluso el tono de la voz, nos muestra
realmente si estas escuchando o diciendo lo que realmente sientes. Ferrán pone
de ejemplo el preguntarle a una persona ¿Estas bien? Y que responda que si,
cuando tú en los ojos observas todo lo contrario, puedes ver una mirada triste,
perdida…
Una persona que engaña bien, es la que realmente se
cree sus propias mentiras, porque cuando lo cuentan, lo hacen como auténtico,
ya que ellos mismos se lo creen. Ese es el buen engañador.
Ferrán piensa que las personas que no escuchan bien,
tienen una clase de autismo social, porque no se relacionan bien con la gente.
Este punto de la entrevista me parece muy interesante, ya que comparto la misma
opinión que el autor, porque mucha gente no habla hasta que tú le preguntas, y
cuando lo hace, te das cuenta que no está realmente interesado en mantener la
conversación.
Ferrán cita una metáfora que me ha llamado mucho la
atención. Muchas veces no escuchamos porque nuestros pensamientos se están
intrometiendo constantemente en la conversación de la otra persona, para
controlar esos pensamientos, según Ferrán hay que realizar unos ejercicios de
concentración. En el libro muestra el “sentirnos fotógrafos”, ya que cuando uno
mismo con una cámara delante fotografía a alguien todo lo que hay es lo que ves
y tu no existes, ya que el fotógrafo nunca existe en la escena que ha
fotografiado, solo existe la escena que va a fotografiar. En la escucha hay que
hacer lo mismo, concentrarnos en la persona que tenemos delante, ya que cuanto
más concentración, menos ruido interno, porque si pretendemos estar con los
nuestro y con lo de la persona que tenemos delante, no va a funcionar y la
persona lo va a notar.
El libro que ha publicado trata de la comunicación
interpersonal; entre tú y los demás, de cómo acompañar y ser acompañado, de
cómo a través de la comunicación con los que nos rodean evolucionamos y hacemos
evolucionar a los otros; tanto en nuestra vida profesional como personal.
Al igual que los buenos retratistas son capaces de
llegar al alma del personaje que fotografían, este relato nos enseña a
relacionarnos con los demás con autenticidad, sacando todas las capas
superfluas que impiden vernos y mostrarnos de verdad.
Esto sin duda, es un gran reto para todos. Cada día y
cada circunstancia es una oportunidad para mejorar nuestra comunicación
interpersonal. Yo también pienso que sólo necesitas tu “cámara” y sentirte
fotógrafo.
“Tu encontraras la solución. Lo único que puedo hacer
para que la encuentres es ayudarte a verte a ti misma, intentar hacerte un buen
retrato”.
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