El libro que he leído habla de una chica llamada
Marta que tiene graves problemas de comunicación con los demás. Tiene problemas
en el trabajo y en su vida personal. Esto le hace reflexionar y pensar en su
pasado cuando se encontraba en situaciones similares y decide irse a la montaña
a visitar un antiguo amigo y profesor llamado Max, quien mantiene largas
conversaciones de aprendizaje para una buena comunicación con los demás.
Una vez Marta visita a su amigo Max; Ferrán Ramón
Cortés nos introduce veinte propuestas para aprender a comunicarnos
construyendo sólidas relaciones de confianza a nuestro alrededor. Esto
despertará en Marta la adquisición de su propia confianza y ganarse la de los
demás.
A lo largo del libro, Marta se da cuenta que tiene
que introducir en su vida el positivismo gracias a la sobrina de Max, Dora;
quien habla con ella de una forma ejemplar y le hace cambiar la manera de ver
la cosas.
Marta llega a un punto en el que trasmite todo su
positivito que ha aprendido e incluso habla de manera optimista cuando cuenta
sus fracasos pasados.
Ferrán Ramón Cortés nos muestra a lo largo del
libro a despertar la confianza a través de la comunicación.
Me doy cuenta que cada uno de nosotros siempre
puede mejorar en cuanto a la manera de expresarse. Una comunicación eficaz
puede marcar la diferencia entre una vida feliz o una vida llena de problemas.
La importancia de
una buena comunicación no radica solamente en aquella que mantenemos con los
demás, sino también y muy especialmente la que mantenemos con nosotros mismos.
Esta facilidad de expresión nos abre más posibilidades y oportunidades en cualquier aspecto de la vida. Esa facilidad de comunicación conlleva una mejor comprensión entre interlocutores, aunque con desacuerdos, pero entendiendo el porqué del otro.
Esta facilidad de expresión nos abre más posibilidades y oportunidades en cualquier aspecto de la vida. Esa facilidad de comunicación conlleva una mejor comprensión entre interlocutores, aunque con desacuerdos, pero entendiendo el porqué del otro.
Lo que nos ocurre muchas veces con facilidad es que
estamos muy centrados en lo que vamos a trasmitir, es decir, en el mensaje que
vamos a comunicar, y no nos paramos a pensar si la otra persona lo ha entendido
correctamente.
Para entendernos bien hay que escuchar con
atención, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual
demuestra educación y trato delicado hacia las personas.
La comunicación, antes que todo, es una actitud de
apertura al otro, que implica disponibilidad generosa para compartir, es decir
para dar y recibir.
Este libro es realmente interesante y sirve mucho a
la hora de relacionarte con los demás, ya sea en el ámbito familiar, laboral o
simplemente con los amigos. Recomiendo la lectura de este libro a todo tipo de
personas, ya que siempre se puede mejorar la forma de comunicarnos.
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