El libro de Ana Isabel Corcoles Cubero, hace hincapié
en la empatía, ya que nos dice su significado, para que sirve, las ventajas que
genera el uso de ésta, cuándo es preciso ponerla en práctica, por qué nos
cuesta tanto exponer nuestras idea frente a otras personas, etc.
De entre todas las habilidades sociales necesarias
para establecer sólidas y duraderas relaciones interpersonales, sin lugar a
dudas, la empatía es la estrella de la corona.
A través de este libro, la autora muestra una serie de
casos con nombres ficticios para demostrar la importancia de esta habilidad en
la relación con los clientes internos y externos. De igual forma, con los
ejemplos mostrados, me he dado cuenta de cómo un determinado problema puede dejar
de serlo utilizando y desarrollando comportamientos empáticos.
Cuando desarrollamos la empatía, las emociones de los
demás resuenan en nosotros. Sentimos cuáles son los sentimientos del otro, cuán
fuertes son y qué cosas los provocan. Esto es difícil para algunas personas
pero en cambio, para otras, es tan sencillo que pueden leer los sentimientos
tal como si se tratase de un libro.
En mi opinión, yo creo que la definición más sencilla
de la competencia de empatía es: saber
ponerse en el lugar del otro.
Como futuros enfermeros, podemos llegar a pensar: “¡El
paciente no me hace caso!”, “No hay manera de conectar con ese paciente”, etc.
Aunque trabajemos con buenas intenciones, a menudo
podemos sentir que la comunicación con el paciente es difícil. En la mayoría de
los casos, el problema principal es que el profesional de enfermería no está
utilizando, en su comunicación con el paciente, la técnica de la empatía.
La empatía es la técnica principal para una
comunicación más eficaz con el paciente. Si ella, vemos como se crean tensiones
innecesarias y se dificulta nuestro trabajo.
Pienso que la empatía es una actitud en la cara del
profesional de enfermería que dice al paciente: “me importa su situación”. Esa
mirada cálida abre la puerta de la comunicación entre el profesional de
enfermería y el paciente y hace que el resto de las intervenciones sean más
útiles.
Al mostrar a los pacientes que queremos entenderlos y
no juzgarlos, notarán aceptación y sentirán que estamos “con ellos” y no
“contra ellos”.
“En tu relación con cualquier persona, pierdes mucho si no te
tomas el tiempo necesario para comprenderla” Rob Goldston
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