Todos nosotros comunicamos algo con lo que somos...
La comunicación es, por excelencia, la acción que permite a los hombres establecer relación entre sí, como he citado anteriormente. Las palabras, tanto de forma escrita como oral, son el código más obvio y comúnmente utilizado.
Como su título indica, es imposible no comunicar, ya que toda conducta equivale a un acto de comunicación. No sólo las palabras, sino también los gestos, entonaciones, la forma en que vestimos y muchas otras variables estarán dando un mensaje a destinatarios o receptores pasivos.
¡Todo comunica!
Los silencios, lo omitido o no dicho, cómo nos sentamos y los movimientos que hacemos. Y esto no sólo sucede con las personas; un lugar también comunica, los colores también lo hacen, los logos también comunican y generan predisposición. Inclusive, el estilo con el que se decora un ambiente habla de muchas más cosas que de un simple revestimiento.
La comunicación es una conducta. Todo cuando hacemos, pensamos, sentimos, expresamos, son formas de conducta. Somos seres sociales, por lo tanto, para vivir en comunidades o sociedades, "aprendemos" infinitas formas de comportamiento que van a ser aprobadas o rechazadas por el resto de integrantes. Desde niños realizamos conductas o comportamientos que van a permanecer o simplemente nos son útiles en un determinado tiempo.
A quién no le ha sucedido que lo han descubierto intentando disimular alguna situacion frente a una persona que nos conoce muy bien, ya que con las palabras estamos emitiendo un mensaje y nuestra expresión corporal o facial dice lo contrario. Esto sucede porque toda conducta tiene un mensaje y es, por tanto, una forma de comunicación.
Con las palabras son capaces de mentir, pero lo kinésico, paralingüístico, proxémico e icónico de nuestros mensajes son, en la mayoría de las ocasiones, inconscientes, por lo tanto, revelan nuestras emociones, sensaciones o actitudes y son difíciles de ocultar. De acuerdo a la neurolingüística, la dirección de las miradas entrega información valiosa, así por ejemplo, la mirada frontal no significa lo mismo que mirar por el rabillo del ojo y levantando la barbilla, claramente corresponden a intenciones diferentes.
Lo que es necesario aceptar es que no importa lo que hagamos, dejemos de hacer o nos neguemos a hacer, siempre estamos comunicando.Por supuesto que lo que digamos o hagamos forma el cómo nos ven, pero también hemos escuhado en más de alguna ocasión que el silencio otorga. Hasta en la música, el silencio es parte fundamental de la intención artística de una pieza, pero aun así, ¿a qué os trasmite algo? Eso es comunicar.
Un punto interesante para concluir es el hecho de que la comunicación no sólo se efectúa de forma consciente y deliberada, sino que también se emiten mensajes inconscientemente. Es útil saber que no sólo las palabras hablan, pero es importante entender el mensaje que se nos está dando dentro de la situación comunicativa completa, sin obsersionarnos en cada detalle.
"La comunicación nos convierte en lo que somos, seres humanos". Noah Chomsky
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